Los Ingerís fueron los primeros pobladores agroalfareros de la isla Hispaniola, una comunidad indígena de la familia Arawaco, que llegó migrando de las costas de Venezuela a través del cinturón de islas de las Antillas Menores y que tuvo su mayor desarrollo en la isla de Vieques, vecina a Puerto Rico. Los ingerís eran magníficos ceramistas y utilizaban el “guaguarei”, una especie de engobe fino de colores rojo y blanco que aplicaban sobre los cuencos de barro rojo abundante en las islas. Estos Ingerís eran maestros del dibujo y del diseño, que compartieron con los “huecoides” una cultura diferente, migrada anteriormente desde el centro de Bolivia y Perú vía Jucatan en Mexico a las islas antillanas. Más adelante estos artistas primitivos fueron suplantados en su hábitat por Caribes, Ciguayos, Macorixes y finalmente por los Taínos que abandonaron el “guaguarei” para imponer sus dibujos incisos en sus instrumentos de piedra, madera y cuencos utilitarios o de carácter religioso.
Los Tainos no eran un pueblo belicoso y vivían tranquilamente en pequeños grupos que habitaban en chozas cónicas hechas de madera y fibra trenzada en los claros de la selva, tierra adentro. Estos tenían dos clases de habitáculos: el bohío que era circular; y el caney, más grande y rectangular donde habitaba el cacique con su familia. Estas viviendas se construían con hojas de hinea, y maderas de los árboles de capa prieta y canela cimarrona. Para dormir usaban hamacas tejidas de algodón. Se dividían en tres clases sociales distintas: el cacique, conocido también como guare que era el jefe de la tribu o yucayeque; los nitaínos, considerados los nobles de las tribus eran también los guerreros y familia del cacique; los behiques o sacerdotes que representaban las creencias religiosas; y los naborías o aldeanos trabajadores de la tierra. Los grupos de aborígenes que habitaban la isla de Santo Domingo, estaban dividido en cinco cacicazgos. Los cacicazgos eran independientes uno del otro y cada uno tenía como gobernante un cacique o jefe. Este gobierno era hereditario y era totalmente absoluto, a la población se le exigía obediencia y sumisión ante el cacique. Los límites de cada cacicazgo eran claros y precisos, ya que los primeros pobladores de la isla utilizaban elementos naturales que con simple observación, permitían establecer hasta dónde llegaba el dominio de un cacicazgo y el territorio que comprendían cada uno de ellos. Los cacicazgos más importantes eran los siguientes:
- El Cacicazgo El Marién, uno de los grandes cacicazgos de la isla de Santo Domingo, era dividido en 14 nitaínos. Se extendía por toda la porción Noroeste, teniendo su asiento en un lugar conocido como El Guárico, cerca de la actual ciudad de Cabo Haitiano, en Haití. Este abarcaba las provincias Monte Cristi, Dajabón, Santiago Rodríguez, Valverde y parte de Puerto Plata, en la República Dominicana, y todo el territorio localizado al Norte del río Artibonito, en Haití.
- Maguana, el cual estaba dividido por 21 nitaínos. Comprendía el centro de la isla, teniendo su asiento en el lugar denominado Corral de los Indios, en Juan de Herrera, de San Juan de la Maguana. Este cacicazgo abarcaba, las provincias de Elías Piña, San Juan, Azua, San José de Ocoa, Peravia, y San Cristóbal, además, las zonas montañosas de las provincias de Santiago, La Vega y Monseñor Nouel, en la República Dominicana.
- Higüey, estaba dividido en 21 nitaínos. Su superficie abarcaba toda la porción Sureste de la isla. Tenía su asiento donde se ubica la actual ciudad de Higüey. Este cacicazgo se extendía desde Cabo Engaño hasta el río Haina, abarcando el espacio que comprenden las provincias de Monte Plata, Hato Mayor, El Seibo, La Altagracia, La Romana, San Pedro de Macorís y el Distrito Nacional.
asco no mentiras
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